La cerveza es una de las bebidas refrescantes más consumidas del mundo y la bebida alcohólica de mayor consumo a nivel mundial. Según un informe de Mikroscopia elaborado a principios de 2020, el 81% de la población de entre 18 y 65 años consume cerveza de manera habitual u ocasionalmente.

Si hacemos referencia a los litros de cerveza consumidos, es importante destacar que en los últimos años el consumo se ha incrementado, en detrimento de las bebidas alcohólicas, que ha descendido, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud. Así, según los datos del 2019, año anterior a la pandemia, recogidos en el Informe socioeconómico del sector de la cerveza en España elaborado por la patronal de Cerveceros de España, el consumo de esta bebida fermentada alcanzó los 41,30 millones de hectolitros, el mayor dato de la última década, mientras que en el 2020 se produjeron 34,7 millones de hectolitros, la cifra más baja desde el 2014.

Pese a que la hostelería y el turismo están muy ligados al consumo de la cerveza, y que el 2019 supuso el fin de ciclo de una serie positiva para el sector de la cerveza en España, el director general de Cerveceros de España, Jacobo Olalla, se muestra optimista de cara al verano debido a la reactivación de la hostelería, que es donde se consume la mayor parte de esta bebida en nuestro país. “Los cinco primeros meses de este año mostraron una tendencia de caída, pero ahora el 85 por ciento de los establecimientos hosteleros están abiertos y, además, ya ha comenzado la temporada de mayor consumo, el verano, con lo que nos mostramos optimistas de cara a la recuperación del sector cervecero”. “Aún así, la recuperación del turismo internacional está aún lejos, con lo que es posible que no alcancemos las cifras previas a la pandemia hasta el 2022”, señaló.

Según el informe, en 2020 las exportaciones crecieron un 19%, hasta los 3,7 millones de hectolitros, casi cuatro veces más que hace diez años, aunque aún significan solo el 10% de la producción.

Atrás quedaron ya datos negativos, como la caída de la producción en un 12% durante el año que se desató la crisis de la COVID-19. Ahora el sector mira hacia delante con la esperanza puesta en bares y restaurantes y la lenta llegada del turismo.